Enciendo la luz de este
expositor. ¿Ves? una hoja blanca sobre el fondo negro de un agujero cualquiera. Puede que te devanes los sesos pensando en la supra, intra, e
incluso infra historia que motiva esta elección. Puede que lo hagas y
puede que
no. También puede que me hayas tratado o me conozcas, lo que seguro
incidirá en
que elijas una opción u otra sobre lo de antes. Hay tantas cosas que condicionan la
percepción y
el análisis de una información. Y pasa todo tan deprisa dentro del
Trajinador.
El Trajinador. Así es como se me ocurrió un día llamar al cerebro. Ese
mismo
día se me ocurrió que los sentidos eran las Tragaderas. Me gustó y lo
uso
bastante ¿Cómo te parece que va quedando la cosa? Respecto a lo de
devanarte
los sesos por lo del formato, hagas lo que hagas, quiero que sepas que
ya lo
hice yo y que no es para tanto. Una hoja sobre el fondo de una nada cualquiera. Una hoja blanca que nunca verás en blanco. Una superficie blanca y
alumbrada y cercada por el negro,
separada de ti por un cristal, donde puedes observar (y elegir) la pieza
de
animal muerto que te quieras llevar a casa. Por supuesto que la casa es
el
cerebro. La pieza (el animal muerto) luego la resucitas tú en tu casa mediante una sesión de espiritismo en que lo llenarás de tus propios
fantasmas.
Si tus fantasmas se sienten a gusto, puede que el animal que te has
llevado de aquí a tu casa se quede ahí contigo. O que quieras llevarte más. Puede que lo uses
para
dar de comer a tus propios animales o que ellos se lo coman sin que te
des
cuenta. En fin, ya sabes, lo principal es la Nutrición y el Hambre, sin olvidarse de administrar Eros y Tanatos, porque el viaje puede que sea largo y no llevamos demasiadas provisiones .
Bueno, ya está. Se acabó el primer texto. A seguir cada uno con lo suyo.